DIFERENCIAS INFLEXIBLES (RUIDO)

Cuando alguien conoce a una persona, siente una ilusión desbordante... A cada día que pasa, algo bonito evoluciona y no tienes ganas de que acabe...
La historia de mi amiga comenzará por la más reciente de esta, no sé si es por el impacto de su desarrollo o porque, de verdad, las diferencias no eran tantas...


Era una mañana de Marzo, y un mensaje llegaba a su bandeja de entrada.
Al abrirlo, una larga conversación saltó de la nada. Su cara cambió en un instante, pasando de su alegría natural a la sorpresa. En unas quince líneas, esta persona de género masculino, le daba la bienvenida a su vida de la manera más casual y simpática que ella había conocido.

Fascinante le parecía la manera en la que se expresaba con ella, en la que se comunicaba y hasta el respeto y la educación que implantaba en cada palabra. Tras varias semanas hablando de temas que ni ella pensaba que saldrían jamás de su boca, como la física cuántica y la bioquímica... decidieron dar un paso adelante y verse por primera vez. 

Una noche estrellada era la que les acompañaba a aquel primer encuentro. Se oían las olas del mar y podían visualizarse las luces de los barcos que cruzaban el atlántico. La velada era diferente... única, charlando y compartiendo recuerdos entre dos y, aprendiendo el sentido de las estrellas, las galaxias y los planetas. En un momento determinado de la noche, ella podía sentir, por primera vez, la caricia del otro, una caricia tímida de una mano suave y pequeña.

A día de hoy, no sabe en qué instante se produjo el beso, y no es porque no le diera importancia, si no porque llegó un momento dónde perdió la noción del tiempo y del espacio.



Con el paso de los días, sintió que la "fuerza" que le transmitía la otra persona se iba debilitando, aunque no sabía por qué... Pero los mensajes continuos, fueron disminuyendo y, el interés por conocer al milímetro a ella no se hacía latente. 

Al segundo encuentro, parecía que la climatología, como la vez anterior, presagiaba el desarrollo del mismo. Estaba vez, las estrellas no se dejaban ver y las nubes tristes no paraban de llorar... 
El ambiente estaba frío, distante... Sus manos se estregaban entre sí y miraba por el rabillo al que días anteriores no le quitaba los ojos de encima (de su sonrisa y su perfil especial). La conversación carecía de chispa y no era interesante para ninguno de los dos que, seguramente, pensarían en lo incómodo que estaba siendo todo, solo que ella...no lo entendía.

Cuando llegó a casa, el primer mensaje que envió fue a él... Todo se había acabado, pero necesitaba saber el por qué.
finalmente, él confesó que ella le parecía una chica muy completa y que podría hacer feliz a cualquier hombre, pero a él no...a él no porque habían entre ellos "diferencias inexplicables" al que él denominaba como "ruido" y, las cuales se centraban en la presencia de mascotas caninas en la vida de ella. 


Ella preparó, su libro de la vida para pasar página.... ella y sus mascotas.

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